Varios millones de hectáreas de cultivos de maíz se han visto inundados en Estados Unidos, pudiendo provocar un aumento en el precio de los combustibles y de los alimentos en los próximos meses. Peor aún, varias centrales nucleares se asientan sobre estas llanuras inundadas. Al menos una de ellas está sumergida en parte y la FAA ( Administración Federal de Aviación) ha dado una orden de exclusión aérea sobre las dos plantas nucleares de Nebraska.
La planta de energía nuclear Fort Calhoun pertenece y está administrada por Omaha Public Power District (OPPD), y notificó un evento inusual y una alerta el pasado 7 de junio, después de que se produjese un incendio en el tablero de instrumentos. Durante el suceso, “ la refrigeración del combustible gastado de la piscina no funcionó”, durante los 90 minutos que fallaron los generadores.
La zona de exclusión aérea sobre la central de Fort Calhoun (restricción temporal de vuelo) se anunció un día antes de la alerta nuclear. La FAA emitió otra alerta el pasado 7 junio para otra central nuclear de Nebraska, la situada cerca de Cooper Brownwille.
Otras alertas relacionadas con las inundaciones también se anunciaron el pasado 5 de junio, en Sioux City, Dakota del Sur, y el pasado 13 de junio para la presa de Garrison en Bismarck, en Dakota del Norte.
La planta de energía nuclear Fort Calhoun pertenece y está administrada por Omaha Public Power District (OPPD), y notificó un evento inusual y una alerta el pasado 7 de junio, después de que se produjese un incendio en el tablero de instrumentos. Durante el suceso, “ la refrigeración del combustible gastado de la piscina no funcionó”, durante los 90 minutos que fallaron los generadores.
La zona de exclusión aérea sobre la central de Fort Calhoun (restricción temporal de vuelo) se anunció un día antes de la alerta nuclear. La FAA emitió otra alerta el pasado 7 junio para otra central nuclear de Nebraska, la situada cerca de Cooper Brownwille.
Otras alertas relacionadas con las inundaciones también se anunciaron el pasado 5 de junio, en Sioux City, Dakota del Sur, y el pasado 13 de junio para la presa de Garrison en Bismarck, en Dakota del Norte.
Existen cuatro niveles en la escala de emergencia nuclear en Estados Unidos, siendo un NOUE el que menos gravedad conlleva. Sin embargo, es una alerta en la que “los acontecimientos se están produciendo y pueden implicar una degradación sustancial en el nivel de seguridad de la planta”, según señala la Comisión Reguladora Nuclear.
A pesar de las noticias aparecidas en los medios de comunicación, Fort Calhoun no se encuentra en la fase 4 de emergencia nuclear, que según la escala existente en Estados Unidos significaría “un daño sustancial o inminente, con posibilidad de fusión del combustible en el reactor y pérdida en la integridad de la vasija de contención”.
Si nos atenemos a los siete niveles recogidos en la escala Internacional Radiológica y Nuclear, un incidente de nivel 4 significaría al menos una muerte, cosa que no ha ocurrido.
Las continuas inundaciones suponen una amenaza para las centrales nucleares. Como explica el ingeniero nuclear Arnie Gundersen, las bombas de refrigeración deben funcionar de forma continua, incluso durante años después de que una planta nuclear se clausure.
La Fundación for Resilient Societies ha propuesto que se coloquen paneles solares y otras fuentes de energía fiables para suministrar la corriente eléctrica necesaria para la refrigeración del combustible de las piscinas en las centrales nucleares.
Thomas Popik dijo a Freedom Food que “invitaba a todos los expertos nucleares de los servicios públicos a comentar” su propuesta, que sólo fue escuchada por un operador, pero oficialmente ninguno ha respondido a la cuestión planteada.
Mientras tanto, la falta de previsión puede resultar fatal cuando se trata de residuos nucleares que duran varios miles de años, por el pobre rendimiento de 40 años de electricidad.
La central nuclear de Calhoun, como se observa en la foto de la parte superior, ya está parcialmente sumergida.
“Fort Calhoun ha sido diseñada para el almacenamiento del combustible gastado de todo el Estado de Nebraska… y quizás de más de un estado. Calhoun almacena su combustible gastado en piscinas que están a nivel del suelo, bajo el nivel del agua, pero se encuentran abiertas en su parte superior. Cuando el río Missouri vierta ahí, Fukushima va a parecer una radiografía”.
En 2010, Nebraska almacenó 840 toneladas métricas de barras de combustible consumido sumamente radiactivas, según un informe del Instituto de Energía nuclear. Esto es un décimo de las toneladas presentes en el Estado de Illinois (8.440 MT), y menos que Luisiana (1.210) y Minnesota (1.160). Pero es más que otros estados amenazados por inundaciones como Missouri (650) y Iowa (420).
“Pero eso no es todo”, añade Burnett, “hay muchas más centrales nucleares tanto en el Missouri como en el Mississippi, y todas ellas pueden tener problemas”.
Los triángulos negros de la imagen de abajo muestran los lugares donde se encuentran las centrales nucleares de los Estados Unidos, sin contar las de investigación y las plantas militares ( las líneas rojas indican los ríos Mississippi y Missouri):
Fort Calhoun es la central nuclear más pequeña del país, con un reactor de agua presurizada que genera menos de 500 MW. El NCR ha aumentado el tiempo de funcionamiento de la planta hasta el año 2033, lo que supone una vida útil de 60 años. La otra planta de Mebraska, Cooper, fue construida en 1974 y ha sido aprobado su funcionamiento hasta el año 2034, es decir, 60 años de vida útil.
El pasado 9 de junio, Cooper presentó una alerta por inundación por lodos procedentes del río Missouri, pudiendo sobrepasar la capacidad de sus estanques. A partir de las 13:15 del día 16 de junio, la altura del río tenía poco más de 40 pies, que son 5 pies por debajo del nivel necesario para la parada de la central.
Sin embargo, desde el 7 de junio, Cooper ha estado funcionado bajo un procedimiento de operación anormal, cuando la altura del río alcanzó los 38,5 metros (895 pies), inundando la carreta norte de acceso. Se pusieron sacos de arena y se almacenó un remanente extra de combustible diésel, según informes de WOWT.
Central nuclear de Cooper, inundación de 1993.
Cerca de Fort Calhoun, el río empezó a descender a partir de las 13:15 del día 15 de junio (menos de 32 pies).
En 1993, la central nuclear de Cooper se inundó, lo que provoco una parada de emergencia.
Estas inundaciones también afectan al precio de los alimentos y de los combustibles. Angela Tague en Business Gather sospecha que después de que se pierde una cosecha de maíz, los precios subieron a 7,55 dólares el bushel (N. del T.: l es una unidad de medida de capacidad para mercancía sólida en los países anglosajones) de maíz, es decir, el doble del precio del año pasado. Tague señala que la escasez de maíz tendrá consecuencias a largo plazo:
“El maíz es clave en la elaboración del combustible etanol; el ganado se alimenta de él en los Estados Unidos y se encuentra presente en muchos productos alimenticios, tales como refrescos y cereales. Los precios, sin duda, aumentarán de forma continua en los mercados, en las gasolineras y en la carne, más si continúan las inundaciones en la cuenca del río Missouri. No sólo los agricultores pierden sus viviendas, sus tierras y campos, sino que también ven afectadas sus cuentas bancarias”.
Y no olvidemos que las semillas modificadas genéticamente contaminan los campos de cultivos tradicionales.
http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/06/16/inundaciones-en-estados-unidos-varias-centrales-nucleares-amenazadas/
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