Asi se creo Al Qaeda:
Durante la guerra en Afganistán en los años 80, la CIA organizó, entrenó y financió a una “legión árabe” para combatir contra las tropas soviéticas. Se distribuyeron libros de texto para niños que exaltaban los valores bélicos de la “yihad,” a los líderes de los mujahedines se les recibía en la Casa Blanca, un tal Osama Bin Laden fue reclutado por la inteligencia saudí y el plan funcionó. Las tropas soviéticas fueron obligadas a marcharse de Afganistán, y poco después se desintegró la propia URSS.
Pero no terminó allí la historia. Durante los años 90, los “árabes afganos” que habían luchado en Afganistán seguían prestando sus servicios en colaboración con la CIA y sus aliados: en Bosnia, en Kosovo e incluso Macedonia, hasta unas semanas antes del 11 de septiembre. Los MI6 los utilizan para llevar a cabo un atentado contra el líder libio Mumar Al-Ghadafy.
Como había desaparecido la URSS y la “guerra fría” había terminado, a los EEUU y su industrias de armas y petróleo les faltaban enemigos contra quienes montar sus guerras.
Así que había que (re) inventarlos. Del baúl de los recuerdos salió “Al Qaeda,” que significa “base de datos,” pues como confirmó el desaparecido Robin Cook, exministro de Exteriores británico, era la base de datos de los combatientes “yihadistas” creada por la CIA en los años 80.
Fue conveniente culpar a “Al Qaeda” de los atentados del 11 de septiembre, aunque no son más que una mezcla de agentes dobles y unos pobres cabezas de turco, unos tontos útiles manipulados por la CIA y el MI6 británico.
Entonces, “Al-Qaeda” es una pantalla para los servicios de inteligencia occidentales, y no una organización independiente.
Durante la guerra en Afganistán en los años 80, la CIA organizó, entrenó y financió a una “legión árabe” para combatir contra las tropas soviéticas. Se distribuyeron libros de texto para niños que exaltaban los valores bélicos de la “yihad,” a los líderes de los mujahedines se les recibía en la Casa Blanca, un tal Osama Bin Laden fue reclutado por la inteligencia saudí y el plan funcionó. Las tropas soviéticas fueron obligadas a marcharse de Afganistán, y poco después se desintegró la propia URSS.
Pero no terminó allí la historia. Durante los años 90, los “árabes afganos” que habían luchado en Afganistán seguían prestando sus servicios en colaboración con la CIA y sus aliados: en Bosnia, en Kosovo e incluso Macedonia, hasta unas semanas antes del 11 de septiembre. Los MI6 los utilizan para llevar a cabo un atentado contra el líder libio Mumar Al-Ghadafy.
Como había desaparecido la URSS y la “guerra fría” había terminado, a los EEUU y su industrias de armas y petróleo les faltaban enemigos contra quienes montar sus guerras.
Así que había que (re) inventarlos. Del baúl de los recuerdos salió “Al Qaeda,” que significa “base de datos,” pues como confirmó el desaparecido Robin Cook, exministro de Exteriores británico, era la base de datos de los combatientes “yihadistas” creada por la CIA en los años 80.
Fue conveniente culpar a “Al Qaeda” de los atentados del 11 de septiembre, aunque no son más que una mezcla de agentes dobles y unos pobres cabezas de turco, unos tontos útiles manipulados por la CIA y el MI6 británico.
Entonces, “Al-Qaeda” es una pantalla para los servicios de inteligencia occidentales, y no una organización independiente.
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