Nueva York, 12 jul (EFE).- Esta noche la puesta de sol se alineará con la recta que dibujan las cuadriculadas calles de Manhattan, en un fenómeno conocido como Manhattanhenge y por el cual se podrá ver, como sólo ocurre en contadas ocasiones al año, la caída de astro rey en la isla sin que ningún edificio la tape.
El sol bajará encañonado entre los rascacielos de la Gran Manzana, iluminando a su paso las calles que cruzan de este a oeste la ciudad, para esconderse finalmente en las aguas del río Hudson, algo que fascina a los neoyorquinos y moviliza a cientos de aficionados, que acuden al este de las calles más anchas (14, 23, 34, 42 y 57) para fotografiar este fenómeno.
El Manhattanhedge, que recibe su nombre por un juego de palabras con el monumento prehistórico de Inglaterra Stonehenge, se volverá a producir mañana miércoles a las 20.25 hora local (00.25 GMT), con lo que serán ya en cuatro ocasiones en las que los neoyorquinos habrán podido ver este año la caída del sol en todo su esplendor, ya que este fenómeno también se pudo ver los pasados 30 y 31 de mayo.
Si la cuadrícula por la que están trazadas las calles de Manhattan estuviera perfectamente orientada al norte, como es el caso del monumento de Inglaterra, este fenómeno ocurriría en los solsticios, pero al estar inclinada unos 30 grados al este las fechas varían.
Este fenómeno (que ocurre en otras ciudades con cuadrícula, aunque el "encañonamiento" del sol no es tan pronunciado como en Nueva York) se repetirá también con el amanecer de dos días, que podrán estar en torno a las fechas del 5 de diciembre y el 8 de enero.
El aspecto simbólico mas usado del aket fue en la arquitectura, en la forma de la entrada a los grandes templos, denominadas pilonos, considerados como las diosas Isis y Neftis, siendo las “que levantan al Dios sol (Ra) que brilla en el horizonte”
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