lunes, 20 de junio de 2011

Varias Islas de Pacífico crecen de tamaño

En contra de todas las creencias, una cantidad de islas que cambian de forma y tamaño en el medio del Océano Pacífico están resistiendo los efectos del “cambio climático.”

Durante años la gente ha advertido que las naciones más pequeñas del planeta -las islas estados que apenas sobresalen del océano- enfrentan el riesgo de ser borradas del mapa por los creciente niveles del mar. Ahora los primeros análisis de la información sugieren a grandes rasgos los opuesto: la mayoría de las islas permanecieron estables durante los últimos 60 años, mientras que algunas hasta han crecido de tamaño.

Paul Kench, en la Universidad de Aucklnad en Nueva Zelanda, y Arthur Webb de la Comisión de Geociencia Aplicada del Pacífico Sur, en Fiji, usaron fotos aéreas históricas e imágenes satelitales de alta resolución para estudiar los cambios en la superficie de 27 islas del Pacífico durante los últimos 60 años. Durante ese tiempo, los niveles locales del mar han aumentado en 120 milímetros, o 2 mm por año en promedio.

A pesar de esto, Kench y Webb descubrieron que sólo cuatro islas había disminuido de tamaño desde la década de 1950. El área de las restantes 23 islas o se mantuvo igual o creció.

(Global and Planetary Change, DOI: 10.1016/j.gloplacha.2007.11.001).
Webb dice que la tendencia se explica por la composición de las islas. A diferencia de las barras de arena la costa este de los EEUU, las islas de bajo nivel del Pacífico están hechas de restos de corales. Esto es erosión de los arrecifes que típicamente rodean a la islas y son empujadas hacia las islas por los vientos, olas y corrientes. Porque los corales están vivos, ellos suministran una constante provisión de material. “Los atolones están compuestos de material que una vez tuvo vida,” dice Webb, “de modo que usted tiene un crecimiento continuo.” Puentes de arena y otras estructuras que unen a las islas pueden au-mentar el crecimiento atrapando sedimentos que de otro modo se perdería en el mar.

Todos esto significa que las islas responden al tiempo y al clima cambiantes. Por ejemplo, cuando el huracán Bebe golpeó a Tuvalu en 1972 depositó 140 hectáreas de escombros sedimentarios sobre el arrecife del este, aumentando el área de la isla principal en un 10 por ciento.

Kench dice que mientras 27 islas en su estudio son sólo una pequeña porción de las miles de islas de bajo nivel del Pacífico, muestra que ellas son naturalmente resistentes al asenso del nivel de mar. “Se pensaba que a medida de que el nivel del mar sube las islas estarán sentadas allí serán ahogadas,” dice. “Pero no lo harán. El nivel del mar subirá y las islas comenzarán a responder subiendo junto al nivel del mar.”

John Hunter, un oceanógrafo de la Universidad de Tasmania en Australia, dice que el estudio es sólido y son buenas noticias para aquellos que preparan evacuaciones. Sin embargo la cambiante forma de las islas presenta un desafío. En las islas donde el área total de la mas de tierra es estable o crece, un área puede estar erosionándose mientras que otra área puede estar ganando material y tamaño. No es posible simplemente mover gente que vive en áreas densamente urbanizadas a nuevas tierras, dice Naomi Biribo, de la Universidad de Wollongong, en Nueva Gales del Sur, Australia.

Webb y Kench advierten que mientras las islas están todavía aguantando por el momento, cualquier aceleración en la tasa de subida del nivel del mar podría sobrepasar al crecimiento de sedimento. Calcular cuán rápidamente crecerán los niveles del mar en las próximas décadas es una ciencia incierta, y nadie sabe lo rápido que pueden crece las islas.

Barry Brook, un científicos del clima en la Universidad de Adelaide en Australia y un partidario de la campaña 350

-que exige las más estrictas reducciones en las emisiones de gases invernadero en la esperan-za de salvar a los estados a bajo nivel del crecimiento del mar- hace notar que la subida del nivel del mar ya se está acelerando. Pero mientras que estuvo inicialmente sorprendido por los hallazgos del estudio, está de acuerdo con el análisis de Webb y Kench.
 
“Sugiere que las islas han sido capaces de adaptarse a la subida del nivel del mar,” dice. Y Biribo, que vive en la isla del Pacífico llamada Kiribati, dice, “me da la sensación de que aun podemos seguir viviendo en esta isla.”

Buenas noticias, pero el alerta se mantiene

En su punto más alto, Tuvalu tiene 4,5 metros de altura sobre el Pacífico. Se predice que será una de las primeras islas en hundirse en los crecientes niveles del mar causado por el calentamiento global. Pero Arthur Webb y Paul Kench encontraron que siete islas en una de sus nueve atolones se han extendido más del 3 por ciento en promedio desde los años 50. Una isla, Funamanu, ganó 0,44 hectáreas, o casi el 30% de su área previa.

Tendencias similares fueron observadas en la vecindad de la República de Kiribati. Las tres islas urbani-zadas más grandes en la república -Betio, Bairiki y Nanaikai- aumentaron su tamaño un 30% (36 Há), 16, 3% (5,8 Há) y 12,5% (0,8 Há), respectivamente.

Sin embargo las advertencias sobre el aumento del nivel del mar todavía tienen que ser tomadas seria-mente. A principios de este año, la gente que vive en las Islas Carteret, parte de Papúa Nueva Guinea, tuvieron que relocalizarse. Kench dice que informes anecdóticos de que las islas han sido sumergidas son “incorrectos”, diciendo que en vez de hundirse la erosión ha cambiado la forma de las islas forzando a la gente a mudarse.

Fuente: http://www.mitosyfraudes.org/calen13/tuvalu_kiribati.html

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